martes, 13 de abril de 2010

Mi mente es cochina en todos lados


Se agobiaron los ojos en medio del deseo
entre la estrechez de nuestras narices rozándose
la respiración entre cortada nos obliga a sentirnos
y los labios nos exigen un abrazo.
No me acuerdo el cómo, el cuándo, el dónde
pero tu mano suplicando mi entre pierna se estremeció,
tus labios en mi cuello, mi respiración agitada
sobre salta mi pecho y gemí

Cálmate, dame la mano y dime que me amas
que quieres serme tuya porque seré la única
la única que roce tu sexo
la que te quiere de todas formas
Regálame tu espalda,
tócame y embriágame de ti.
Nuestras manos entre lazadas en medio de este silencio excitante
y el sentimiento contradictorio de ser uno o más de dos
Mírame que me plasmaré en tu mirada para siempre
desnuda y deseándote
clamando que estés dentro de mí.