viernes, 15 de mayo de 2009

I


en un eterno tentempié

comenzaron a rodar las miradas

se estremeció el aire y

las ventanas sudaron

tocaste mis mejillas con tu boca

ladee mi cabeza mientras se escuchaba el gemir de la ciudad

consumiste mi respiración

y tus ojos absorbieron los míos

aislados de todo

del ruido infinito de las calles

de los mensajes en el buzón de voz

de mi corazón raptado en callejuelas que no llevan tu nombre.

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